Meet me at the MET

El pasado 6 de mayo tuvo lugar la gala Met en el Metropolitan Museum of Art, Nueva York. Este evento es considerado como aquél con la única alfombra roja que supera a la de los Oscars, por lo que es evidente su expectación durante el año. En ella se dieron cita miles de diamantes y elementos propios de la alta costura, lucidos por personajes mundialmente reconocidos en el mundo de la música, cine o moda.

En esta ocasión, el dress code de la fiesta era un homenaje al punk, con motivo de la exposición "Punk: Chaos to couture''. Sin embargo, pocos fueron los que cumplieron con la temática.

La encargada de abrir la pasarela, Wintour, editora jefe de Vogue, se confundió de fiesta y pensó que el motivo era primaveral, pues lució un bonito Chanel de flores rosas. Lo peor, su argumento, y es que dijo que el rosa era un color muy punk. ¿Y las flores también lo son?

Otra que no destacó precisamente por su arriesgado look fue Dylan Lauren, quien pensó que se trataba de un atributo a la moda griega.

SJP, con un modelo de Giles Deacon, intentó hacer un guiño a la moda punk con su tocado joya, pero sólo quedó en un intento. Por otro lado, Beyoncé, la madrina de la ceremonia, con su vestido de Givenchy, destacó entre las menos favorecidas con ese estampado barroco.

Nuestras adoradas Olsen también defraudaron en este encuentro. Así, Ashley fue de calabaza Dior y Mary-Kate de vieja en bata. Gran decepción que nos hemos llevado por su parte...

JLO con un vestido con print de leopardo que, aunque le quedaba espectacular, era bastante desacertado para la ocasión. 

Seguimos con más desaciertos por parte de las asistentes y sus elecciones. Katie, querida, no ibas a tu boda; Blake, deberías aprender a diferenciar entre GG y la realidad; y Gisele, no por hacer esa pose eres más punk. 

Tampoco podemos ser tan exageradas, puesto que algunas sí cumplieron y se convirtieron por una noche en las reinas punk de NY, aunque muchas de ellas bastante feas, como Madonna, quien no podía traicionar con el dress-code y se enfundó en un conjunto de cuadros y pinchos que hizo recordar a todos los asistentes la verdadera esencia de los 70-80. Igual hizo la alocada Miley, que con una malla de rejillas de Marc Jacobs y su peinado, dejó a todos con la boca abierta.

Donatella no podía ser menos, y con un ajustado vestido negro y tachas desfiló por la alfombra roja ante la mirada de los allí presentes. 

Por último, y en nuestra opinión, los dos grandes aciertos de la noche fueron Cara Delevigne, de  Burberry, y Anne Hathaway, que demostró con su Valentino vintage de 1992, que el punk no tiene que tener pinchos y puede ser elegante. Esperemos que en el próximo encuentro, sus asistentes nos den más alegrías. 

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